La disciplina de Salto ocupa el primer lugar en las competencias ecuestres de nuestro país. Es una de las tres disciplinas olímpicas con el Adiestramiento y la Prueba Completa (CCE). Se practica en varias categorías y con diversos tipos de caballos.
Su objetivo es superar una serie de obstáculos con énfasis en las alturas y espesor de los mismos, en una pista previamente armada para este propósito, sin tumbar ni rehusar, dando siempre cumplimiento a las normas establecidas en cada una de las pruebas donde el tiempo regularmente es un factor muy importante a observarse.
Pone a prueba las condiciones del jinete y del caballo, así como su habilidad y su nivel de entrenamiento.